Las hojas de olivo son de color verde grisáceo y tienen un sabor ligeramente amargo. Son conocidas por sus propiedades medicinales derivadas de la oleuropeína, un potente antioxidante. Se considera que la hoja de olivo ayuda a reducir la presión arterial, mejorar la circulación y fortalecer el sistema inmunológico. También se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.
Modo de empleo de la hoja de olivo a granel: Se utiliza en infusiones o como extracto. Para infusión, coloca una cucharada de hojas secas en agua caliente, deja reposar y bebe una o dos veces al día.